Si me dieran un cinco por cada vez que he dicho, la próxima vez diré NO, pues sería millonario. Pero ¿Por qué es que no decimos NO? Porque es muy feo decir NO, porque esa persona nos había hecho un favor, porque alguien más me comprometió (esa es de las más comunes para mí), porque la otra persona se enoja, entre muchas razones.
Las razones para no querer hacerlo pueden variar, desde limitaciones de ubicación, falta de dinero, pereza, falta de voluntad, porque sea difícil, poco tiempo o simplemente porque no le pega la gana a uno hacerlo.
Hay casos contrarios, donde lo que más quisiera uno es poder decir sí, pero simplemente no se puede, en estos casos usualmente es peor si la persona a la que hay que decirle no es alguien que uno estima, inclúyase en esta lista amigos, familiares (la mayoría) y alguno que otro conocido.
El problema mayor es cuando no poder decir no influye directamente en las actividades diarias. Ejemplo (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia):
Lunes 8 am, San José, Costa Rica. El sujeto A (llámese Ricardo) se ha levantado temprano para terminar un trabajo que debe entregar antes de media noche, a mitad de la mañana recibe un sms (mensaje de texto) recordándole de una hipotética clase que debía dar en la tarde, naturalmente un sujeto B había arreglado esa reunión por él. Otras situaciones hacen que el sujeto A continué atrasándose, sumado a las clases que debía dar, perdió la mayoría de su día, lo cual hizo que terminara su trabajo casi a las 11 pm, la hora no es el problema, es una hora bastante temprana para el sujeto A, radica en que el resto de la semana pasó exhausto y su rendimiento por ende bajó.
Esas son las situaciones donde desearía aprender a poder decir no, a veces siento que sería mejor “decepcionar” a alguien que tenga que verme hacer caras todo el rato mientras cumplo la misión asignada. Son pocas veces las que de veras deseo decir no, pero casi siempre que quiero hacerlo es cuando al final termino pagando los platos rotos por no poder hacerlo.
Finalmente, youtubeando un día (sí, youtubear es un verbo) busqué un video que me hacía mucha gracia porque planteaba como decir NO sin asco, y con todos los clichés posibles, se los dejo:
Las razones para no querer hacerlo pueden variar, desde limitaciones de ubicación, falta de dinero, pereza, falta de voluntad, porque sea difícil, poco tiempo o simplemente porque no le pega la gana a uno hacerlo.
Hay casos contrarios, donde lo que más quisiera uno es poder decir sí, pero simplemente no se puede, en estos casos usualmente es peor si la persona a la que hay que decirle no es alguien que uno estima, inclúyase en esta lista amigos, familiares (la mayoría) y alguno que otro conocido.
El problema mayor es cuando no poder decir no influye directamente en las actividades diarias. Ejemplo (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia):
Lunes 8 am, San José, Costa Rica. El sujeto A (llámese Ricardo) se ha levantado temprano para terminar un trabajo que debe entregar antes de media noche, a mitad de la mañana recibe un sms (mensaje de texto) recordándole de una hipotética clase que debía dar en la tarde, naturalmente un sujeto B había arreglado esa reunión por él. Otras situaciones hacen que el sujeto A continué atrasándose, sumado a las clases que debía dar, perdió la mayoría de su día, lo cual hizo que terminara su trabajo casi a las 11 pm, la hora no es el problema, es una hora bastante temprana para el sujeto A, radica en que el resto de la semana pasó exhausto y su rendimiento por ende bajó.
Esas son las situaciones donde desearía aprender a poder decir no, a veces siento que sería mejor “decepcionar” a alguien que tenga que verme hacer caras todo el rato mientras cumplo la misión asignada. Son pocas veces las que de veras deseo decir no, pero casi siempre que quiero hacerlo es cuando al final termino pagando los platos rotos por no poder hacerlo.
Finalmente, youtubeando un día (sí, youtubear es un verbo) busqué un video que me hacía mucha gracia porque planteaba como decir NO sin asco, y con todos los clichés posibles, se los dejo:
La ética es la que no nos deja decir no cuando queremos decir sí, y decir sí cuando queremos decir no.
Pero diay mae, a veces hay que ser medio egoísta la verdad.
Saludos
conviccion y respeto propio... que otra razon necesita un "NO"?
Yo le sumaría las convenciones sociales; por que si nadie dice no a X cosa, entonces yo tampoco. O incluso el caso del miedo (y miedo a qué? A ser sincero?) que nos diezma de valor en muchos casos. Cuando uno trabaja es aún más difícil decir no (virtualmente imposible).
MarcoTVS: Tenés toda la razón, a veces se debe ser egoísta.
Amorexia: A veces por más convicción que se tenga no se puede negar uno, por ejemplo cuando literalmente lo obligan a uno, eso me pasa la mayoría de las veces.
Kvca: Cuando se bretea entran en juego la moral y la ética, lo cual lo hace aún más difícil.
Pura vida
Mi ex jefe tenía un dicho que me causaba repulsión: "No diga no, aunque se llene de hijos"
A mi nadie me va a negar mi derecho de decir NO. El decir no es un derecho que todos tenemos.
Aca está un post mio sobre lo que pienso al respecto http://princesa-encantada.ticoblogger.com/2009/06/blog-post.html
Saludos
Heidy: Muy interesante tu posición al respecto. Y ese ex jefe tuyo es un idiota. Cuando es algo que me afecta negativamente hago el mayor esfuerzo por decir NO, por dicha en esos casos siempre lo logro.
Un beso
El problema no es decir que no, todos podemos hacerlo, lo que pasa es que pensamos "pucha y si luego Yo necesito un favor de ÉL? karma is gonna bite me in the ass" y creo que es por eso que hacemos favores, somos egoístas jeje.
Pero di, a veces no se puede y punto. Ponete los pantalones y decí: sorry pero NO.
Saludos!
Karo: Exacto, algunas veces simplemente hay que decir NO :D
Un abrazo
El sujeto A, se ve en un dilema fuerte al decir que no, creo que a veces la necesidad del ser humano por tratar de quedar bien con los demás hace que caigamos en una contradicción con lo que realmente queremos, a veces es cuestión de medir que es más importante en el momento, muchas veces el quedar bien con alguien implica quedar mal con uno mismo, y peor aún con nuestras responsabilidades, es hora de seguir el ejemplo que Homero nos ha dado en el video que posteó.
F.
Fab: Exacto, mientras quedar bien con la otra persona no implique quedar mal conmigo, es más tolerable, ya se me afecta negativamente, hay un problema.
Tuanis